Ayer empecé el nuevo planning de esta semana, con sesión de gimnasio y bici estática. Creerme que no lo entiendo. Me duele hasta respirar. Por cuatro pesillas y dos flexiones que hice, ... debo tener un cuerpo muy rencoroso. Cabe decir a mi favor que estoy intentando aumentar las cargas, .... pero aún así, todos los comentarios que me hacen en el gimnasio son del tipo: "¿A dónde voy con tan poco peso?" / "¿Hoy estamos vagos no?" /... y cosas así. Suerte que no les hago ni caso, sino hoy no podría ni escribir.
Pasando por alto los desafortunados comentarios, como pequeño hito, me alegra ver que las flexiones y los oblicuos se me empiezan a "desatragantar". Señal que avanzo. También noto que me aprieta más la ropa... aunque esto último me preocupa. Se me ocurren dos opciones:
1. Me estoy poniendo como una foca (dicen que es lo que tiene casarse, ... te relajas en una serie de temas, entre ellos el estético).
![]() |
Yo en el vestido de mis bodas de plata |
2. Me estoy poniendo como un toro (tantas pesas y tantas historias, voy acabar siendo portada de folletos de productos de proteínas para vigoréxicos).
![]() |
Yo dentro de nada si me tiño de rubia y sigo con el plan de entreno... |
Ninguna de las dos opciones me convence. Tendría que tomar medidas antes de que sea demasiado tarde.
Hablaré con Roberto Heras, a ver qué plan de entreno me está haciendo. Para empezar, está claro que no debe de tener nada que ver con el suyo, que está todo delgadito, y bien proporcionado. ¿Es que tendrá miedo a que le gane??
No hay comentarios:
Publicar un comentario