¿EN QUE PIENSAS?

“¿En qué piensas cuando vas en bici?” – Le pregunté a Carlos en una de las salidas de 4 o 5 horas que es capaz de hacer sin intercambiar ni una palabra conmigo (más allá de un “¿Qué tal?”, o un “¿Vas bien?”).

Sorprendido por la esencia de la pregunta, y por mi intrusismo, tras unos segundos de reflexión, me contestó con tono solemne:

“En nada. Me concentro en pedalear”. – Y tras una pausa añadió-. “Y tú deberías hacer lo mismo”.

Me quedé absolutamente sorprendida. Pasarte horas y horas pedaleando, poniendo el corazón al límite de pulsaciones en las subidas, quedándote el resto del día hecho polvo tirado por casa, y sin poder siquiera aprovechar esas valiosas horas, al menos, para visionar tu futuro, analizar tus problemas con un poco de perspectiva, o sencillamente solucionar el regalo que vas a hacer a tu suegra por su 60 cumpleaños. Pensando únicamente en subir o bajar piñones. Y todo esto, dentro de la categoría de “ocio”.

Costándome mucho, pude llegar a comprenderlo, pero ¿compartirlo? Imposible. ¿5 horas concentrada únicamente en pedalear? ¿En sí subo o bajo piñón, o como mucho, en si cambio de plato? Esto es demasiado para una mujer.

Pedirme esto sería un ataque a mi naturaleza femenina. Reducirme a una mono tarea (pedalear), sin ni siquiera poder pensar en mis cosas (Lo que Pepito le dijo a Pepita el otro día /La oferta de ese vestido al 70% que hay en Privalia, y que caduca en 24 horas /Cuándo organizar una cena para que Fulanito y Fulanita se conozcan “de forma casual” /… Y otras algo más profundas que no voy a compartir en este blog).

Así que asumiendo el “sorprendente” e “ilimitado” valor de la simplicidad masculina, y entendiendo que con perspectivas tan distintas no va a haber un punto de encuentro común, a partir de ahora, en las próximas salidas, en vez de preguntar a Carlos qué piensa, le preguntaré “Qué piñón lleva”...