sábado, 15 de enero de 2011

EL MUNDO AL REVÉS

El martes me llamó Roberto, para quedar el miércoles y hacerme una "prueba de esfuerzo". Al ser algo nuevo para mí, le pregunté qué debía llevar.

- "Nada especial" - me contestó. "Come bien antes, y sobre todo, ves sin entrenar, has de ir descansada".

Ingenua de mí, no sé si por el propio nombre (prueba "DE ESFUERZO"), o por la respuesta de Roberto ("COME BIEN..." "VEN DESCANSADA..."), fui "acojonada", preparada para cualquier cosa.

Ya me veía yo  "a la Rambo"
 en la prueba de esfuerzo...
(me llevé hasta el machete)

Pero contra todo pronóstico, ni sudé. 5 minutillos en la bici estática, y para la ducha.

Y al analizar los resultados, cualquier parecido a la media era pura anécdota. O estaba muy por debajo, ... O muy por encima...  

Y de nuevo sorpresa: las conclusiones fueron muy positivas...

O me he vuelto loca, o esto es el mundo al revés: "las pruebas de esfuerzo no cuestan esfuerzo", "una análisis sin un dato en la media son resultados positivos"...

Visto lo visto me voy a resignar, asumir mi ignorancia, y dejar las deducciones para Sherlock Holmes y Agatha Christie. 


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