¡¡MAS VALE MAL ACOMPAÑADO!!!

Definitivamente, hay que revisar el refranero. Hay muchos fallos. Os voy a  poner un ejemplo.

Cuántas veces habréis escuchado el típico "Más vale sólo que mal acompañado". Pues quien os lo dijera, os mintió. O por lo menos, no os dijo una verdad completa.

Me explico. No se puede juzgar lo que es mejor así por las buenas. Como todo, depende de tu objetivo. En función de lo que quieras conseguir, puede ser mucho más interesante ir mal acompañado. Y lo vais a entender muy fácil con la siguiente anécdota, para variar, relacionada con la bici.

Yo, al salir en bici, como principal objetivo me propongo llegar de vuelta a casa. Así de simple. Quizás os parece una tontería, pero no lo es, puesto que aunque heredé de mis padres grandes virtudes, nací sin la más mínima noción de orientación (ni un pequeño ápice).

Llevo 5 años yendo en mountain bike por la zona de Collserola, y cada vez que intento salir sola, descubro caminos nuevos (o mejor dicho, no encuentro ni uno de los que he hecho en cualquiera de mi historial de salidas).

Ayer mismo, buscando un caminito plano, acabé con una ruta que contenía unas trialeras de vértigo. Largas... Pedregosas.... Húmedas... Solitarias.... Podéis imaginar, que me pasé el rato velando por conseguir encontrar un camino de vuelta, y llegar sana y salva a casa (es decir, conseguir mi objetivo).

Con mi orientación, prefiero
mucho más ir con el Coco, que sola.

En estos momentos de angustia, os aseguro que rezo por toparme con cualquier persona, que me pueda acompañar a un camino normalizado, o al menos indicarme la dirección. 

Aunque sea el Coco, el demonio, o el violador del Eixample. Y es que por mala que sea, cualquier compañía me vale.