CRISIS BICISTENCIAL

La semana pasada sufri una “crisis bicistencial”.

Sí, sí, “bicistencial”. La bici ya no significaba nada para mí, no entendía qué estaba haciendo, dedicando cada momento libre a entrenar, sin poder hacer planes normalizados en fin de semana por tener que entrenar, acabando tan cansada, que me sentía incapaz de hacer nada en el resto del día, … 

A menos de 2 meses de la Titan Desert, una gran crisis de la que no tenía idea de cómo me iba a salir, …

Siguiendo el consejo de Carlos y Josep, le pedí asesoramiento al experto (o sea, a Roberto Heras). Enseguida me contestó dándome su apoyo, proponiéndome dos alternativas:

1. Buscarme retos a Corto Plazo.
2. Hacer otras cosas, desconectar del plan de entreno,… hacer lo que sería una “desinbicixicación” de una semana.

La primera la descarté enseguida. Sólo he ganado carreras en las que no participaba ninguna chica más,… Y ahora no estoy como para organizarme cada fin de semana una carrera particular.

Por lo tanto, la “desinbicixicación” era mi opción. Y lo probé… Os cuento. Se me ocurrió apuntarme, por 1ª vez en mi vida,  a clases dirigidas de steps, y body pump… Sin tener ni idea de dónde me metía…

STEPS

Para LOS STEPS, descubrí que es necesario tener 3 cualidades que me faltan absolutamente:

i.         Tener ritmo (hay coreografía)

ii.       Tener orientación (en algunos de los pasos das vueltas)

iii.      Estar medio loco (has de gritar, saltar, aplaudir, …)

Me encontré de repente entre un grupo de gente totalmente ida de sí, gritando, saltando de lado a lado, haciendo una serie de pasos extrañísimos cada vez que el monitor gritaba cosas sin sentido alguno como… “JUMPING” “CHACHA” “PALMA” “MAMBO”, …

Fue horroroso. Estaba muy lejos de la puerta y no me atrevía a salir huyendo… Hasta me contracturé el gemelo, yo creo que por el estrés.

BODY PUMP

La siguiente intentona fue con el BODY PUMP. Alternativa sin coreografía, pero de la que salí con un resultado igual de mediocre, y agujetas hasta en los ojos.

Colega de la clase de steps

Positivizando la experiencia, pese al fracaso con las actividades, el resultado fue de lo más positivo: 

No hice más pruebas, y volví al spinning, con gran ilusión, y totalmente “desinbicixicada”.