“Cuenta la leyenda, que hace ya muchos años, una peculiar pareja, huyendo de los estereotipos y la convencionalidad a la que les sometía su entorno, decidió alejarse de todo, y celebrar su luna de miel de una forma muy especial: poniendo a prueba los valores a los que se habían comprometido en el día de su boda.
Para ello, decidieron ir a un recóndito lugar, perdido en lo más profundo del desierto, en medio de la nada. Un lugar totalmente despoblado, sin rastro alguno de vida humana, donde vivir una auténtica aventura, y comprobar la autenticidad del compromiso que habían asumido, en un entorno ajeno a todo tipo de placer y comodidad. Como única compañía para tan ardua experiencia, llevarían sus inseparables bicicletas, que les deberían permitir realizar tal travesía.
Y fue así como iniciaron su viaje, expectantes de conocer los retos que deberían afrontar, y saber superar, para finalizar heroicamente la prueba a la que se habían sometido.
Valga decir, que el caprichoso destino no escatimó a la hora someterles en maquiavélicas pruebas,…
- Apuestos galanes y doncellas, en veloces camellos les ofrecieron transporte a cambio de su íntima compañía… Poniendo a prueba su compromiso y fidelidad.
- Repentinas tormentas les persiguieron hasta en los más recónditos parajes... Poniendo a prueba su valentía, y su compañerismo.
- Insólitos microbios tropicales contaminaron sus dietas, reduciendo sus fuerzas a mínimos... Poniendo a prueba su respaldo y apoyo mutuo.
- Largas y duras rutas con escasez de agua y víveres con los que recomponerse… pusieron a prueba su capacidad de compartir y su generosidad.
Son sólo algunos ejemplos de la infinidad de escollos que tuvieron que superar en cada una de las etapas que componía la dura travesía.
- Algunos dicen que fue gracias a una constelación de estrellas, que se aparecía cada noche y que les enviaba fuerzas extraordinarias para afrontar cada una de las trabas.
- Otros, que la ilusión y energía positiva que generaban por estar juntos, fueron suficientes para superar cada uno de los retos.
Pero lo importante es que finalmente, sin saber exactamente cuál fue la causa, fueron capaces de superar todos los obstáculos y volver a su hogar, felices y seguros de que el compromiso asumido y los valores que les unían eran suficientemente fuertes como para afrontar cualquier proyecto futuro que quisieran asumir juntos.
Y a raíz de aquí, al cabo de un tiempo, nació una niña fuerte, valiente, llena de energía positiva, y muy deportista, como tu mamá.”
- Entonces, si tuvieron una hija como mi mamá, … ¿Es la historia de mis abuelos?
- No cariño, esto nunca lo sabrás,… Es sólo una leyenda.